El fotógrafo irlandés James Horan regresa a su tierra con la misión de retratar lo diferente-excluído de su propio país. Tras años radicado en Australia busca explorar la cultura gitana en su natal Limerick. El primer recuerdo que llega a su mente y da vida a esta serie es la historia que solía contar a sus vecinos; el cómo los niños tenían caballos pero no tenían sillas para montar y por eso guardaban a sus animales en el patio de las casas. Una historia que repetía sin cesar pero que nunca tuvo asidero para sus oyentes pues no tenía fotografías que lo demostraran.
«Entonces, cuando volví a casa, decidí regresar al lugar donde crecí, un suburbio de viviendas públicas desfavorecido de Limerick llamado Moyross. Di una vuelta para ver si esa cultura todavía existía. Y así fue. Cuando era niño siempre me mantuve alejado de la gente que tenía caballos, mis padres nunca me dejaban hablar con ellos. Pero decidí enterrar mis prejuicios y en lugar de eso sonreí, saludé y pregunté si podía tomar algunas fotos».
La serie a continuación es una selección pequeña pero esencial del trabajo de Horan: